Comenzar a aprender ingles – o cualquier lengua extranjera, durante la niñez tiene muchas ventajas. Una de las más destacadas tiene que ver con que, en esta etapa de la vida el cerebro posee una gran plasticidad y esta predispuesto para la adquisición de la lengua. A partir de los 9 años de edad aproximadamente, esta plasticidad y esta predisposición que poseen los niños, se ira perdiendo, lo que ocasiona que el aprendizaje de la lengua resulte cada vez mas difícil (pero no imposible). Así que podemos decir que, cuanto antes, mejor.
Otra de las ventajas que posee el jardín para aprender una lengua, es que las estrategias y técnicas utilizadas son muy divertidas y atractivas para el niño. Se aprende jugando, cantando, bailando y sobre todo disfrutando. Los niños aprenderán de manera implícita vocabulario y estructuras propias de las ingles, con la naturalidad con la cual se aprende la lengua materna.