Se.For.Lid.
El Seminario de Formación de Liderazgo desde el Secundario, es para aquellos jóvenes talentos que ya vislumbran que gran parte de su futuro, se basará en la capacidad para resolver problemas que implica la conducción de personas.
Esta capacidad, se hará efectiva cuando los análisis y diálogos puedan llevarse a las problemáticas locales, algo que no queda limitado a los ámbitos conceptuales o teóricos, sino que se trata de aplicar a la búsqueda de soluciones concretas de los problemas reales.
Partiendo de la premisa, desde los antiguos griegos, habrá que partir del auto conocimiento cuando se intenta conocer a otros, entonces el primer paso para conducir a otros es gobernarse a si mismo.
La conducción de personas es un tema universal, en tanto se hace la referencia a la problemática del hombre en su vida de relación, pero que puede y debe, ambientarse en nuestra particular realidad regional, con el objetivo de pensar las ideas y las prácticas desde una perspectiva propia.
Nuestra experiencia en la vida y en las aulas nos dice que a cada uno de los estudiantes, en este seminario puede ofrecerles su aporte, porque cada uno buscará y encontrará respuestas e inquietudes.
Pretendemos que el SE.FOR.LID sea un disparador de temas y no un conjunto de creencias y dogmas indiscutibles. Por el contrario, la abundancia de material sobre el tema nos dice que de ninguna manera existe “la forma” de atacar el problema de la conducción.
En cierta medida lo pensamos como un libro de final abierto, donde – como en las viejas películas- el “continuará” solo es el inicio de un nuevo capitulo. En este caso, el personal, el de la reflexión y la aplicación a los ámbitos personales de cada participante.
A estas necesidades buscamos responder con nuestro “saber y entender”, desde dos puntos de referencia: el académico y el de la experiencia en el campo. Por ello, decidimos que si estos seminarios, resultan de verdadera ayuda para formar personas de acción, deberían abrevar en conceptos - marcos conceptuales, a los cuales se recurre para entender mejor la realidad-, pero no debe limitarse a eso y convertirse en seminarios puramente académicos.
Por el contrario, lograr un equilibrio entre lo teórico y lo empírico, combinando lo abstracto, que proviene de los conceptos, con casos prácticos de la vida real. Fue así como incorporamos historias verdaderas. A partir del relato de los casos, nos permitimos disparar preguntas, sugerir temas para el análisis, e incluso ejemplificar.
Desde nuestro punto de vista, aprendemos a conducir a partir de las diversas experiencias que acumulamos a lo largo de la vida. Combinamos elementos de índole racional con otros de origen emocional y también, estilo y arte.
Aplicamos los conocimientos y los procesos formales junto con la intuición: trabajamos con libros pero también con “experiencias”.